9/10/09

Fase 3: El túnel de la guerra


Las escaleras daban a una plataforma elevada con escaleras a los lados que permitían un acceso al polémico nivel inferior. Desde esa plataforma se veía el nivel inferior. Se trataba de un túnel, como un túnel de metro, con el suelo cubierto por unos dedos de agua, y cuyo final no se podía ver. El Túnel estaba artificialmente iluminado por bombillas de bajo consumo, y en el túnel se estaba desenvolupando la guerra. Se podían ver mossos de escuadra dirigiéndose al fondo del túnel, junto a tanques, militares a pie, militares a caballo, elefantes de guerra, milicianos de guerra, mercenarios, hombres-rata y muchos seres bélicos que la imaginación de Martin había visualizado anteriormente.

Todo el mundo estaba visiblemente emocionando, y algunos se abrazaban. La chica que interesaba tanto a Martin estaba intentándose hacer una foto ella misma con una cámara réflex para tener un recuerdo, pues desde la plataforma se podía ver la guerra de fondo. Al ver que le resultaba difícil hacerse la foto a ella misma, a Martin se le ocurrió la mejor idea del mundo, y le dijo: “Ei M si quieres te hago yo la foto”. Ella le contestó “Muchas gracias” y le dio la cámara. Martin enfocó y intentó encuadrar a la preciosa chica con el fondo de manera que se viera bien y ella pensara “Joder, que buena foto”. Estaba a punto de hacer la foto, y la chica hizo una postura adorable, y luego hizo una parida. Martin se rió y la foto salió mal. Dijo “No hagas tonterías” mientras sonreía y se preparaba para repetir la foto. Martin dijo esa última frase con un tono de voz muy flojo y extraño, producto de los nervios. La volvió a hacer, pero salió movida. Martin dijo: “Espera, es que ha vuelto a salir mal”. Ella dijo “Vengaaa…”. Martin hizo la tercera foto, y salió movida. Miró el programa de la cámara, y vio que estaba en función “MMS”. Le dijo: “¿Por qué lo tienes en modo MMS?” y volvió a hacer la foto. Volvió a salir mal. Ella empezó a mirar raro a Martin, pero aún así sonrió para la foto en la siguiente ocasión, que también salió mal. Martin pensó “Joder la estoy cagando y mucho”. Martin sintió una angustia enorme, la más grande que podía haber sentido en su vida. La última foto salió bien, pero incomprensiblemente, Martin vio como en la previsualización no se veía de fondo la guerra, sino un parque. Martin no entendía porque cojones salía un parque asqueroso. Martin tenía ganas de llorar, y le devolvió la cámara a la chica, que lo miraba raro. Martin, desde el fondo de su corazón, consiguió decir con voz quebrada: “Lo siento, no sé hacer fotos…”. Martin pensó: “Fracaso hasta en mis sueños”.

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